El vídeo Slamshut, remite el espectador a vivir sensorialmente y visualmente una ficción y un extrañamiento improviso. El túnel emplazado en el medio del espacio exhibitivo, en un lugar de tránsito, sugiere una invitación a una salida frustrada por el repentino cierre de la puerta y su sonido. Esta experiencia obliga el cuerpo a una espera que sigue el ritmo del brusco sonido. La improvisa ruptura arquitectónica y auditiva remiten a la vivencia de los temblores donde la espera de los inesperado es parte activa y continua de una humanidad sísmica.
La obra expuesta anteriormente en el Baltic Museum y en la Galería Raffaella Cortese en el 2017, es parte de un conjunto de obras “Our Home” que aborda el efecto de los desastres naturales y qué tan “naturales” son realmente, considerando la influencia humana en su ocurrencia, debida al calentamiento global, la polución, las construcciones inadaptadas a su contexto y otras conductas ecológicamente irresponsables según el pensamiento de la bióloga Donna Haraway.